jueves, 24 de mayo de 2012

Shake up the happiness

           
 Gloria. Una palabra extraña para algunos, impactante para otros. ¿Para mi? Amarga. Gloria, fama. Palabras nada más, pero detrás de ellas todo un mundo de expectativas, de sueños, de fallos, de temores y de fracaso. La gloria dura un momento. Un momento largo para algunos y fugaz para otros. Un instante en el punto más álgido, un instante en que tu ego está por encima de todo, un instante de poder, un instante de cumbre. Parece muy bonito visto desde esta perspectiva. Pero, ¿que hay después?. Dicen que el ascenso a la gloria es largo y complicado, pero que merece la pena llegar, porqué una vez arriba, las vistas son maravillosas. Pero la caída... La caída es en picado. Es brusca, seca y rápida. Antes de que te des cuenta vuelves a estar abajo, pero ya nunca vuelves a ser la persona que eras. Nunca regresas al origen. La fama nos hace altivos, nos hace más fuertes y a la vez, más vulnerables. La fama nos hace agresivos, nos hace despiadados e impasibles. Dicen que las estrellas que más brillan son las que antes se apagan. Si el camino es fácil, no es el correcto. Solo el esfuerzo, la dedicación y el cansancio nos llevan a la gloria



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